dimecres, 23 d’abril del 2008

Escola 2018: una propuesta

Escribo este artículo a raíz de una iniciativa empezada por Escola 2018, l'Escola que volem, se trata de una iniciativa muy interesante que pretende recoger perspectivas y opiniones sobre como nos gustaría que fuese la escuela del 2018, me parece una propuesta muy interesante, ya que, en mi opinión, la escuela necesita un cambio y el cambio en esta institución tan solo se puede realizar desde dentro, es decir, desde los profesionales que trabajan en ella, por muchas leyes que se promulguen si el profesorado no cree en ellas nunca serán un éxito y todo seguirá igual. La propuesta surge del ámbito catalán, aunque no por eso se limita a este si no que queda abierta a todo aquél/aquella que desee participar, os animo a que lo hagáis.


Bien ahí va mi propuesta:

¿Qué y cómo enseñar en el 2018?

Un primer apunte importante reside en el cambio en las metodologías de aprendizaje, en mi opinión el aprendizaje de conceptos debe pasar a un segundo término, deben primar los aprendizajes procedimentales, aquellos que nos permiten hacer, debemos potenciar la autonomía del alumnado en la adquisición de saber, no proporcionarle este de forma directiva. Hoy en día las tecnologías de la información nos permiten acceder a una cantidad de información, con lo cual resulta absurdo insistir en la memorización de contenidos, a excepción lógicamente de algunos aspectos que podríamos considerar básicos, especialmente los aprendizajes de tipo instrumental en los cuales deberemos seguir garantizado un desarrollo adecuado, incidiendo más aun en ellos que en la actualidad.

Seguirá siendo necesario, a no ser que cambien mucho las cosas, que los alumnos sean unos lectores eficaces y sean capaces de comunicarse por escrito y oralmente de forma conveniente y respetando una serie de convenciones, así como en relación a la matemáticas deberán comprender profundamente sus mecanismos, aunque tal vez el desarrollo de la operativa pueda pasar a un segundo término, podemos ahorrar energía a nuestros cerebros para destinarla a operaciones más complejas que a los aprendizajes mecánicos, aunque resultan un buen ejercicio de gimnasia cerebral.

Así pues para mi uno de los aprendizajes básicos que se deberá realizar en la escuela del 2018, aunque también en la actual, es la capacidad de búsqueda y selección de información, así como en un plano más complejo la capacidad de juicio crítico.

Cabe decir que en mi opinión, el/la docente debe pasar de ser un profesor para pasar a ser un orientador/a en la búsqueda de conocimiento, que motivo a los alumnos en este sentido, que alimente su motivación y los guie a través del grueso del conocimiento humano.

Por supuesto creo que para aquel entonces la presencialidad de la enseñanza debe seguir vigente, sobre todo por la necesidad social de la persona, así como para potenciar el desarrollo de la sociabilidad del alumn@, marco en el que se debe potenciar el desarrollo de la inteligencia emocional como bien necesario, tanto para el desarrollo personal de l@s alumn@s como para la construcción de una sociedad más justa y más emocionalmente sostenible.

Por otra parte, también considero que de cara al 2018 la enseñanza debería ser más personalizada y que permita tod@s l@s alumn@s puedan acceder a ella en un marco de igualdad, respetando los ritmos y las necesidades de aprendizaje de l@s alumn@s, enterrando de una vez la evaluación final a favor de la evaluación continuada o de proceso, así como elaborando planes concretos para cada alumn@ (dentro de un marco global) que le permitan progresar en su aprendizaje en función de sus necesidades o sus capacidades (tanto si son elevadas, medias o bajas). Aquí juega un papel importantísimo la formación del profesorado, aunque también los recursos que tenga al alcance.

Por último, me gustaria recoger una serie de consideraciones que realicé en un post anterior en el que hablaba de los aspectos que consideraba debian estar presentes en una buena escuela, aspectos que considero deben ser considerados tanto en la actualidad como en el futuro:

  • Una escuela abierta a tod@s, donde tod@s tengan su lugar sean cuales sean sus características.
  • Una escuela en la que los maestr@s trabajen en colaboración estrecha con los padres y madres. Con un clima próximo entre las partes.
  • Una escuela donde no solo primen los contenidos curriculares, sino que el principal objetivo sea el desarrollo integral de l@s alumn@s (lo cual también incluye el desarrollo curricular lógicamente).
  • Una escuela que se preocupe por la formación de su profesorado.
  • Una escuela que prevea los soportes que puede precisar un alumno, ya sea de forma puntual o bien de forma continuada.
  • Una escuela que prime el uso de diferentes metodologias de aprendizaje, que trabaje mediante aprendizaje cooperativo, programación multinivel, tutorias entre iguales, ... Es decir, que busque los recursos de enseñanza más adecuados al grupo clase y a los contenidos, procedimientos y actitudes que se deban trabajar.
  • Una escuela donde el bienestar de l@s alumn@s y el profesorado sea un objetivo primordial, es decir, que propicie un clima positivo y facilitador de los aprendizajes y el desarrollo de las relaciones entre todos los miembros de la comunidad educativa.
  • Una escuela que busque que l@s alumn@s saquen el máximo de sus potencialidades, independientemente de sus capacidades.
  • Una escuela libre de prejuicios.
  • Una escuela abierta a buscar las mejores soluciones para aquel o aquella alumn@ que presenta cualquier tipo de dificultad.
  • Una escuela en que las normas y los límites sean claros y faciliten la convivencia de tod@s l@s que forman parte de ella.
  • Una escuela en la que tod@s sus miembros sean agentes educativos, no solo el personal docente sino también el personal no docente.

Escola2018 Blog de psicología y pedagogía